Hay luces como las estrellas
que conforme avanza la noche
se mueven, evolucionan.
Las hay como las de los coches
que van muy deprisa
y cuyo destino desconoces.
Estas luces están lejos
fuera de tu alcance
tienen un camino a seguir
un camino que respetar.
Sin embargo, existe una luz
que por mucho que llueva,
por mucho que haga viento
o por mucha oscuridad
que haya a su alrededor,
debes preocuparte de cuidar,
proteger y alimentar,
es tu propia luz.
Es una luz que siempre tiene que brillar por tu propio bien y el de los que te rodean.
ResponderEliminarSi baja su intensidad, si deja de alumbrarte corres el peligro de quedarte a oscuras y no saber por dónde esta tu camino.
Procuraremos mantenerla encendida
;)
Por si las moscas siempre es bueno llevar en el bolsillo una cajita de cerillas. Y cada uno sabe que es para si mismo esa cerilla que le puede dar luz en un momento dado.
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